lunes, 24 de enero de 2011

Tarta de melocotón y nata

La semana pasada en pastelería, mientras hacíamos las tartas de melocotón rellenas de nata montada, me colé en la otra clase de pastelería y por casualidad escuché al profesor un dato muy interesante.
Resulta que existe como todos sabemos nata de origen animal (de la leche de vaca) y nata de origen vegetal (de la soja). Yo sabía lo de la leche de soja, pero nunca me imaginé que también habría nata de soja…
Vosotros diréis ¿y qué tan importante es ese dato?
Pues bien, lo que me pareció importante es que el profesor le aclaraba a sus alumnos, que la nata de vaca tarda más en montarse y el que color es más amarillento, mientras que la nata de soja monta rápidamente y además es muy blanca. Además les decía, que las personas con intolerancia a la lactosa, ahora no se tenían que privar de disfrutar de deliciosos postres cargaditos de nata…
¿Qué os parece ahora el dato?... espero que os sea de utilidad.
Aquí os presento mi tarta rellena de nata de vaca, pues ese día en clase hice algo más que cotillear.
Lo cierto es que este postre, al igual que el Brazo de Gitano, es muy agradecido. Puede llevar cualquier tipo de fruta, crema o chocolate y se hace en un plis plas.
La receta en la siguiente:
Ingredientes:
4 huevos
100 gramos de azúcar
100 gramos de harina.
Aromas al gusto (limón, naranja, canela, etc)
Elaboración:
Como os daréis cuenta, no lleva ningún impulsor (Polvos Royal) y aunque parezca mentira este bizcocho sube y mucho.
El secreto está en la forma de batirlo.
Primero hay que separar las claras de las yemas y batir estas últimas con azúcar hasta lograr una especie de crema.
Para esto yo coloqué debajo de mi bol, otro con agua caliente a fin de que trasmitiera el calor a las yemas y funcionara como una especie de Baño de María, pero sin fuego.
Por otro lado hay que montar las claras a punto de nieve e incorporarlas muy suavemente a los huevos y el azúcar.
Finalmente y ya con la mano, se le va añadiendo de forma envolvente la harina muy cuidadosamente, hasta que la pasta esté toda integrada.
Se mete al horno durante 20 minutos y hay que tener mucho cuidado de no abrir la puerta durante ese tiempo, pues la entrada brusca de aire frío, haría bajar rápidamente al bizcocho.
Para la nata montada ya sabéis, hay que batirla sobre un molde con hielo, para que monte rápidamente. Usamos medio litro de nata con 100 o 150 gramos de azúcar.
Una vez que tengamos el bizcocho semi frio lo desmoldamos, lo volteamos y cortamos por la mitad, una o dos veces. En el centro rellenamos con melocotón cortadito en dados y nata y por afuera lo cubrimos todo con nata y la fruta.
Así quedó el mío.
Espero que os atreváis a hacerlo y me contéis si os gustó...
Estas fueron algunas de las elaboraciones que se realizaron ese día

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