La madre de Claudia y Valentín tenía mucha ilusión con la preparación de la comunión de sus hijos.
Durante más de un año estuvo planificando cada detalle. Diseñó la tarjetería, los adornos, la presentación de las chucherías. En fin ató cada uno de los cabos, pues el tema de organización de eventos le encanta.
Durante el tiempo que duró la planificación, mantuvimos una relación muy estrecha. Combinamos ideas con realidad. Al final el resultado fue bastante satisfactorio, a los niños les encantó la sorpresa y Claudia (madre), fue la envidia de sus vecinas durante toda la fiesta.
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