Para Adriana y Pablo llevamos al Pazo de Lestrove esta singular tarta de boda en la que quisieron incluir parte de la tradición de su país natal.
En Argentina (y en muchos otros países de Latinoamérica) es costumbre esconder dentro del bizcocho, una prenda de oro o plata que sólo conseguirá, una de las damas, amiga o hermana de los novios que tire de la cinta que la contenga.
La idea nos pareció muy divertida y la tarta quedó muy mona con las cintas de raso blancas. El que lo pasó muy mal fue el organizador del evento ya que temblaba con sólo pensar que todo el pastel se viniera abajo.
Gracias a Dios, nada de eso pasó... y todos fueron felices, comiendo perdices...
No hay comentarios:
Publicar un comentario